Inversión. Palabra que muy probablemente sólo has escuchado de un puñado de comentaristas aburridos en televisión, de ese segmento del noticiero que a nadie le interesa. Y es que la Economía es una materia que se ha pensado inaccesible para el gran público. Sin embargo, mi objetivo es simplificar todos estos conceptos para ti y para tus hijos.
A diferencia del Ahorro, que es dejar de gastar hoy para gastar después, Invertir es tomar un dinero que se tiene hoy, y utilizarlo para obtener un beneficio mayor después. ¿Ven la diferencia? Yo tampoco la tenía muy clara, y por eso les escribo.
Primero, comencemos por enseñar a nuestros hijos la diferencia entre Gasto e Inversión. La forma más simple de ejemplificarlo es: el Gasto es algo que sólo te dará una satisfacción instantánea, y la Inversión es algo que te otorgará beneficios prolongados. Y si nos ponemos más prácticos: el Gasto es algo que te quita dinero, y la Inversión es algo que te da más dinero.
Ahora, vamos a transportar esta diferencia a una situación muy probable que un hijo de 8 años ya pueda entender, y lo haremos pensando en la disyuntiva entre comprar dos juguetes, más o menos del mismo precio, donde uno se pueda considerar como un Gasto, y el otro como una Inversión.
Supongamos que tu hijo está con la duda entre comprar una consola básica de videojuegos, o una buena bicicleta. La consola lo mantendrá seguro y cómodo en casa, mientras que la bicicleta lo arrojará a la calle. Sin embargo, esa consola también lo mantendrá estático, comiendo más de la cuenta y forzando la vista, mientras que la bicicleta lo hará obtener los beneficios del ejercicio físico, estar al aire libre y aprender a sortear obstáculos en su camino. Si tomamos en cuenta que nuestros hábitos se van moldeando en los primeros años de vida, podemos concluir que pasar horas en una consola de video lo hará propenso al sobrepeso y la diabetes, mientras que dedicarle tiempo a la bicicleta lo hará una persona atlética y sana. En un futuro, la consola lo hará gastar en medicinas y lentes, mientras que la bicicleta le permitirá ahorrar dinero en Médicos. Por lo tanto, con este ejemplo podemos mostrarles que comprar una consola de video es un gasto, mientras que comprar una buena bicicleta, es una inversión.
Lo que acabo de describir es un burdo ejemplo que solo tiene fines didácticos prácticos, siendo consciente que puede haber un equilibrio entre cualquier tipo de entretenimiento de nuestros hijos, y que el problema siempre está en los excesos. Sin embargo, este tipo de disyuntivas entre qué es un gasto y qué una inversión, se van a estar presentando a lo largo de nuestra vida, y es muy conveniente que desde temprana edad lo aprendan a distinguir.
Entrando ya en materia. Como comenté en alguno de mis artículos anteriores, la forma más práctica que tiene un niño de aprender a invertir su dinero, es emprendiendo un negocio propio. Aquí tiene algunas posibilidades que analizaremos por separado: Comercializar, elaborar, transformar o crear.
Comencemos por la Comercialización.
Tenemos la posibilidad de acercar a nuestra comunidad un producto que no tengan a la mano, ya sea aprovechando la época del año o alguna situación específica. Se me ocurren varios ejemplos: 1. Comenzará la temporada de lluvias y podemos comprar un lote de paraguas infantiles, para ir a ofrecer a nuestros vecinos, con una ganancia prudente. 2. Viene el mes patrio, y compramos un lote de banderitas para poner en la entrada de sus casas o en sus coches. 3. El Costco como de costumbre se nos adelantó y desde Agosto está vendiendo cajas enormes con pan de muerto, que nuestro hijo puede vender de forma individual.
De esta forma pueden comercializar un producto ya existente, solo buscando la oportunidad donde pueda ser exitosa su venta. Lo más importante es que esté involucrados desde la compra de los productos, y que lo hagan con su dinero, así entenderán mucho mejor el concepto de la utilidad que obtendrán al final, y eventualmente también de las pérdidas, cuando se presenten.
Ahora vamos a la Elaboración.
Existen niños muy curiosos en temas culinarios, por lo que podemos aprovechar su inquietud para que busquen recetas sencillas, que no los ponga en riesgo, y pocas cosas hay tan irresistibles como comprarle a un niño algún postrecito a la puerta de nuestra casa. Para esto hay qué involucrarlos desde la compra de los insumos y cómo racionarlos para que exista la mayor utilidad posible. Todo este proceso es muy emocionante para los pequeños, sin embargo suele eventualmente estresar un poco a los padres.
Continuemos con la Transformación de un producto.
Esta actividad consiste en comprar algún producto a granel, para darle un valor agregado y venderlo a un sobreprecio considerable. Esta actividad es muy instructiva y emocionante porque involucra desde crear su propia marca, logotipo e incluso en algunas ocasiones, hasta inventar un nombre para el nuevo artículo derivado de esa transformación.
La cantidad de bienes sujetos a sufrir alguna mejora, es simplemente infinita. Puede ser desde útiles escolares, alimentos, utensilios de cocina, ropa, y un interminable etcétera. La clave será en definitiva toda la creatividad de nuestros hijos a la hora de inventar su marca, su imagen y los medios a su alcance para la comercialización, para lo cual podremos hacer uso de nuestras redes sociales y los grupos de chat de nuestras amistades.
Si tienen la tentación de cobrarle a sus hijos un pequeño porcentaje de la utilidad por el apoyo en la mercadotecnia al usar sus bases de datos personales, que no les dé remordimiento de conciencia. La vida real, en cuanto a negocios se refiere, pocas cosas tiene gratis, y es conveniente que aprendan desde chicos, que un porcentaje de sus utilidades debe siempre de reinvertirse en el mercadeo de sus productos.
Por último, entramos en el campo de la Creación.
Esta actividad es muy conveniente para aquellos pequeños que desde temprana edad muestran facilidad para las manualidades. Hay un sinfín de artículos que pueden elaborar con sus manos, ya sea para fines prácticos o para el mero entretenimiento. Aprovechemos la infinita cantidad de tutoriales que actualmente tenemos a la mano con las tecnologías disponibles, y todos aquellos artículos que podamos encontrar en la red, y que sean sujetos a elaboración manual.
Mis hijas, por ejemplo, se entretienen por largas horas elaborando pulseras, cruces, aretes, collares, y una larga lista de artículos de bisutería que al parecer resultan muy económicos, y sobre todo, muy comercializables.
Estos son solamente ejemplos de la cantidad de cosas que nuestros hijos pueden realizar, sin perder de vista que el objetivo primordial de estas actividades es que aprendan a Invertir. Por lo tanto, no debemos de saltar ninguna parte del proceso sin que ellos estén totalmente conscientes de qué es lo que están haciendo y cual es la finalidad.
Espero estos consejos les sean de utilidad, y se den el tiempo de dar estas instrucciones a sus hijos en bien de su desarrollo financiero. ¡Hasta la próxima!
Roberto Rojo Alvarez
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