El
corazón del mexicano, como el del nacionalizado Diego Verdaguer, es delicado. Y
entre la dimisión a su cargo del sumo pontífice de la iglesia católica, el
cardenal Joseph Ratzinger, y la salida del closet del insufrible Mauricio
Clark, nos tienen con el alma en un hilo. Luego se les hace muy fácil criticar
al friolento niño verde, pero la verdad es que ante estas noticias yo también
me hubiera echado mis tequilitas, nomás para domeñar el desasosiego.
Esta
semana la comenzamos celebrando, ya sea el Día de la Bandera, o el natalicio de
uno de los genios informáticos de nuestra era, Steve Jobs (Así es, señores. No
solamente con Benito Juárez se utiliza la palabra “natalicio”). Pero
avoquémonos a nuestra patria que es lo que nos debe de concernir.
Estamos
pasando por un momento crítico en cuanto a gobernabilidad se refiere. La
Autodefensa en algunos pueblos del estado de Guerrero nos da una muestra del
tremendo descontento social y la desconfianza que existe hacia nuestro gobierno
constituído, que por definición debe de tener el uso exclusivo de la fuerza. El
hecho de que este movimiento haya surgido en un estado cuyo mandato está a
cargo del PRD viene a enturbiar el panorama en mayor medida. ¿Acaso hubiera
permitito el gobierno federal que una manifestación de esta naturaleza
sucediera en un estado gobernado por su partido? No lo sabemos ni lo queremos
averiguar. Solo espero que se controlen estos brotes sociales a la brevedad y
con todo el rigor de la ley, porque en esta era de la información sucede que todo
el país se entera de lo que acontece en cada región, y esto nos puede dar ideas
que luego no nos conviene tener la tentación de imitar.
Aquí
en nuestro estado estamos llenos de júbilo por varias razones. La primera es
que luego de arduas negociaciones y de una gira triunfal por la Unión Americana
y Europa que duró aproximadamente 159 años, regresó con todos los honores la
bailarina Julia Pastrana. En su momento fue considerada como la mujer más fea
de la historia, pero esas son minucias. La tenemos de vuelta y se le dio
cristiana sepultura en su natal Ocoroni, Sinaloa de Leyva.
Acá
entre nos, a mí se me hace que negociaron en lo oscurito el cambalache de la
Bailarina por la Secuestradora, Florence Cassez, porque sólo así me explico
haber dejado en libertad a esta impresentable francesa. Si valió la pena el
mítico trueque será motivo de largos debates entre historiadores y juristas. A
nosotros los de a pie sólo nos queda renegar o aplaudir este circo de
información al que diariamente somos expuestos.
El
otro motivo de fiesta es que nuestro gobernador MALOVA fue nombrado como
Presidente de la CONAGO. Honrosa distinción para nuestro estado y esperemos que
de alguna manera esto traiga beneficios directos a nuestra población.
Aquí
no tenemos Urdangarines que desvían fondos del pueblo bajo la protección de la
monarquía, ni tampoco caen meteoritos desde el descubierto en 1806 en
Bacubirito. Solamente nos entretienen un poco de vez en vez inventando que
mataron a distinguido sinaloense en la frontera con Guatemala. Fuera de eso
solo me queda remembrar la celebérrmia frase que tuiteó mi amigo Juan Burgos
hace unos días: Si todos estos sucesos antes mencionados hubieran sucedido
antes del 21 de diciembre del 2012, qué nerviosos estaríamos.
Roberto Rojo Alvarez
(Agregado Cultural de Culiacán… en Culiacán.)