¡México
está muy enojado! Por todas partes se escuchan pleitos entre correligionarios,
levantamientos armados, guardias comunitarias, plantones de maestros, marchas
de protesta, resoluciones a balazos por candidaturas, retos a duelo como en el
viejo oeste, y hasta erupciones volcánicas, porque ¡vaya!, hasta el Popo está
enojado. Los casos más sonados en esta pasada y ríspida semana son los de la
situación en Michoacán y los pleitos intestinos en el Partido Acción Nacional.
Es muy simbólico
y sintomático que el estado que hasta este momento los medios muestran con un
mayor nivel de riesgoso de ingobernabilidad es precisamente el estado de donde
es oriundo el ex presidente Felipe Calderón. Confiemos en la nueva estrategia
del Gobierno Federal porque es Michoacán realmente uno de los estados más
hermosos del país y francamente yo tengo muchas ganas de ir el Día de Muertos a
la Isla de Janitzio que se encuentra en medio del Lago de Pátzcuaro. Créanme
que es una experiencia que todo mexicano con posibilidades, al menos una vez en
la vida tiene qué experimentar.
En el PAN
pues, para variar, andan provocando lo que coloquialmente se nombra como “pena
ajena”. Esta especie de Mr. Bean
mexicano que tenemos en la persona de Ernesto Cordero, desde el día que lo
nombraron Secretario de Estado hasta la semana pasada que lo corrieron, se ha
peleado con medio mundo y ha sido autor de celebérrimas frases que ya son parte
del consciente colectivo nacional, para vergüenza de todos. Me da la impresión
de que en su infancia fue un gordito cachetón y bravucón víctima de bullying
colectivo, y se habituó a dirimir sus problemas echando pleito. También me da
la impresión de que al igual que en la función pública, jamás ganó. No dudo de
sus capacidades intelectuales como Actuario y de su respetable currículo (así
se escribe en español, aunque les haga ruido), pero resulta señor Cordero que
está usted en Política, tal vez erróneamente. Y sirva esta misma emisión de
juicio a todos los panistas de la última década con las proporciones de cada
caso. El Partido Sinarquista (Unión Nacional Sinarquista) dejó de existir y
cumplió su razón de ser, hicieron posible la alternancia hace doce años, creo
que ya es hora de que se pongan a hacer política desde el sentido filosófico
más profundo y entre todos ordenar el bien común.
En el PRI
también traen sus asuntitos en Tabasco (que es un edén) con el caso del ex
gobernador Granier y el gobernador Arturo Núñez. Pero creo que habrá mejores
momentos para tratar este tema que sin duda dará mucho más de qué hablar. Las
fuerzas invisibles del universo, que de política poco han de saber y menos les
ha de importar, alineen los astros a fin de que al menos uno de estos dos
personajes pase los próximos 30 años de su vida con toda justicia en la cárcel,
porque tanto las acusaciones de uno como la del otro son el reflejo de una
sociedad vergonzante en la que ningún ser humano sobre el planeta merece vivir.
Termino
recordando la frase de mi amigo tapatío el Chamán: “Si la corrupción es pus, México
es un grano”… Creo que es hora de exprimir decididamente este asqueroso bulto.
Roberto Rojo Alvarez
(Agregado cultural de
Culiacán… en Culiacán)