Existe
la creencia que en Inglaterra cuando toma el cargo un Primer Ministro, la
primera actividad en la agenda es ir a ver a la Reina, y que la primera
pregunta que ella le hace a éste justo después de saludarse es “¿Sabe usted cómo
iniciar una guerra nuclear?”. A saber si esto es cierto o no, pero debiéramos
de utilizarlo como pretexto para implementar una tradición similar en México
con los candidatos a gubernaturas y alcaldías, y que fuera condición sine qua non pudieran elegirse a esos
cargos de elección popular con una pregunta más o menos así “¿Sabe usted cómo
enfrentar una manifestación?”.
Es realmente vergonzante
la manera en cómo se excusan gobernantes y alcaldes con el estúpido pretexto de
“No caeremos en provocaciones”. Provocación es que te saquen la lengua, que te
pinten un dedo o que te mienten a tu progenitora. Lo que estamos viendo a
través de todos los medios de comunicación son actos de vandalismo que están
tipificados como delito y obliga el uso de la fuerza del estado para
detenerlos. No es opcional, es su obligación intervenir por el bien público. Son
muchos sitios del país donde, un día sí y el otro también, estamos viendo
marchas, plantones, destrucciones y tomas de oficinas. No sé en qué momento
hicieron creer a estos vándalos que el “Derecho de reunión y manifestación”
incluye fuero para destruir y afectar a terceros, pero seguramente esta
creencia es a causa de su inmovilidad.
Tienen tomada la
rectoría de la UNAM y están destruyendo un mural de David Alfaro Siqueiros que
está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por otro lado
destruyeron las tres sedes de los principales partidos políticos del país en la
capital de Guerrero, bloquean la autopista más importante del país, toman el
centro de grandes ciudades colapsando la vida y el comercio… ¿En qué momento
pasa a ser opcional el uso de la fuerza? ¿O están esperando a que el “Jennifer”
les filtre información para detener sospechosos? Salvo el Gobernador Fausto
Vallejo que está algo delicado de salud, ninguno tiene pretexto para quedarse
de brazos cruzados tal como lo están haciendo.
Que el Pacto por
México, tan resquebrajado últimamente, incluya una enérgica voluntad para
atacar con decisión por todos los rincones del país a este cáncer social que
son las huestes tan prestas a realizar este tipo de actos vandálicos
disfrazados de manifestaciones. Y disculpe usted, amable lector, no haber
empleado un estilo de escritura relajado como suelo hacerlo, pero como diría el
buen Catón, hoy ando muy encaboronado… Y vieran qué rápido escribo…
Roberto Rojo Alvarez
(Agregado cultural de Culiacán… en Culiacán)