jueves, 26 de febrero de 2015

TERTULIA Y SOBREMESA, 26 de febrero de 2015

Entonces, mexicanizarse ¿es bueno o malo? Analicemos varios puntos de vista.
Según la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas que acaba de premiar a nuestro artista de moda Alejandro “el Negro” González Iñárritu, es muy bueno. Como quizás a la mayoría de los mexicanos me alegró enormemente y me enorgulleció que una vez más un Director de Cine mexicano haya sido reconocido internacionalmente. Jamás he tenido dudas de la creatividad incomparable de nuestro pueblo. Celebré también sobremanera que haya aprovechado esa tribuna para pegarle una sacudidita a nuestro actual putrefacto sistema de gobierno y también al de los Estados Unidos de América. Habrá quienes piensen que no fue oportuno. Yo por el contrario pienso que mal haría en no aprovechar.
Según el gran actor estadounidense Sean Penn también es bueno, pero gustó de hacer un pequeño chascarrillo. A muchas personas les molestó la broma que hizo el actor a su amigo el director. A mí me causó mucha gracia y me pareció fruto de una mente inteligente hacer énfasis en la nacionalidad del galardonado antes de anunciar su muy merecido premio. Pero nunca falta un recalcitrante acomplejado que se siente ofendido y un cúmulo de borregos que le siguen la corriente, de esos que por desgracia nuestro país produce a pasto.
Según Jorge Mario Bergoglio y sus amigos obispos mexicanos, es el horror. A nadie le cayó en gracia que el Papa Francisco haya usado ese adjetivo para hacer referencia a la descomposición social de su natal Argentina, pero resulta que lo hizo en una comunicación privada con un amigo personal. Por cosas de la actual tecnología el asunto se hizo público, pero de ninguna manera ameritaba una nota diplomática por parte de la cancillería mexicana. Nos duele por supuesto haber opacado el término “colombianización”, pero es una realidad a la que no nos podemos cegar.
México está pasando por un momento en que su magia se ha visto totalmente opacada a causa de su tremenda descomposición social y a los interminables abusos que nuestra clase política comete un día sí y el otro también. Por esto celebro los lejanos triunfos de nuestros compatriotas, así como la noticia de incursión de nueva cuenta del gran Agustín Basave a la política, ya que es de las pocas piezas con solvencia moral e intelectual con que cuenta nuestro país en jaque. Yo también quisiera ser Diputado, pero como intentaría acabar con todos los subsidios, legalizar todas las drogas, eliminar totalmente el presupuesto a los partidos políticos, generalizar el IVA al 10% en la totalidad del consumo, eliminar tanta carga fiscal a las empresas, cambiar la palabra Impuestos por un término no impositivo, utilizar las ganancias de la exportación del petróleo en la investigación y desarrollo de energías alternativas, convertir a plata toda nuestra moneda y respaldar nuestro papel moneda en metales… Se me hace que jamás me dejarían llegar. Por eso, todo mi apoyo a Don Agustín Basave, a pesar del partido que lo cobija.
            Entonces, mexicanizarse ¿es bueno o malo?

Roberto Rojo Alvarez

Agregado Cultural de Culiacán en Los Cabos

martes, 17 de febrero de 2015

TERTULIA Y SOBREMESA, 17 de febrero de 2015

            Hace poco más de diez años me vi en la tediosa necesidad de leer un libro que la sola idea me provocaba una pereza inconmensurable, y eso tratándose de mi persona no es poco decir: “El Código Da Vinci”. Lo leí por dos razones: la primera es que me encargaron un breve análisis de una revista para la cual escribía, y la segunda es que ya contaba con el libro gracias a que me fue obsequiado por una amiga.
            Como lo pronostiqué en ese momento, el ávido lector de nada se perdía y pronto se haría una película. Como es obvio en un país con tan pocos lectores, tuve reclamos de personas que quizás era el único libro que habían leído en su vida y a quienes les había parecido una obra magistral. No obstante fue un libro malo pero entretenido, y el trabajo actoral de la película también resultó bastante palomero.
            Me pasa hoy algo muy parecido respecto a la obra “50 Shades of Grey” de la escritora británica E.L. James. Desde su inicio leí críticas (de escritores que sí leen lo suficiente) en lo absoluto favorables sobre esta historia con pretensiones eróticas que al parecer lo único que hace es consentir la sumisión y maltrato a una jovencita inocente por parte de un magnate joven y bien parecido. La diferencia hoy es que nadie me hará leer el libro o ver la película, lo cual me inhabilita para emitir juicio de la obra, pero cuento con entera libertad para decirles por qué no iré al cine a ver el tan sonado “fenómeno mundial”.
            La primera razón es que no tengo quién me cuide a mis hijos y eso resulta un pretexto perfecto para decirle que no a mi esposa cuando recuerde aquella vez que fuimos juntos al cine y salieron los avances de la película que, tan pronto terminaron, con su hermosa voz de locutora me susurró al oído: Hay qué ir a verla.
            La segunda razón es que en algún momento de mi vida en que quise saber en realidad el significado del amor verdadero en comparación con el erotismo y el sexo mismo, leí el libro “La Llama Doble” de Octavio Paz y esta obra me dejó incapacitado para digerir “comida rápida” para el alma. O sea, no tolero ver o leer estupideces.
            La tercera es que desde hace muchos años soy un declarado feminista que está totalmente en contra de cualquier acción que denigre o violente a la mujer sólo por su condición de género. Entonces, entrar a una sala de cine a ver cómo maltratan y sodomizan a una tonta jovencita deslumbrada y que además el Director Sam Taylor-Johnson me lo quiera disfrazar de erotismo, como que no se me antoja tanto.
La cuarta es que soy oriundo de una tierra en la que el maltrato consentido por parte de la mujer, para vergüenza mía, es pan de todos los días. Bien sabemos que esta historia en la vida real terminaría con la muchacha en una Casa Hogar o en un Albergue en el mejor de los casos, o muerta a la orilla de un camino en el peor. Por lo cual ver esa película o leer ese libro sería una ofensa a mis principios y a mi intelecto, que de por sí no es mucho.
Para fortuna mía, un grupo de amigas ya invitó a mi esposa al cine a ver el churrazo, y así en plan de mitote y tener qué platicar con la raza cuando salga el tema, con lo que ella me platique, con eso tengo… Sólo espero que no me llegue muy alebrestada del cine porque con estos 30 kilitos arriba se me hace que no le doy batalla...

Roberto Rojo Alvarez

Agregado Cultural de Culiacán en Los Cabos

jueves, 12 de febrero de 2015

TERTULIA Y SOBREMESA, 12 de febrero de 2015

            Me levanto con la novedad (y obviedad) de que los Estados Unidos de América, hoy al mando de Barak Obama, le declaran la guerra al Estado Islámico. Esta especie de insurgencia que pretende ser un Califato cuyo objetivo es tener el control absoluto de la antigua Palestina y reclamar la autoridad religiosa de todo el mundo musulmán.
            Si tan sólo tuvieran unos lindos arbolitos con iluminación artística de tecnología LED instalados por doquier…
            Qué trabajo me cuesta creer que un estado sin estructuras institucionales bien conformadas sea capaz de manejar a un ejército local de 30 mil personas, y uno externo de 100 mil combatientes de 90 países distintos. La logística y el abastecimiento armamentista para tales cifras requiere forzosamente del apoyo externo de grandes naciones.
            Si tan sólo tuvieran unos lindos arbolitos con iluminación artística de tecnología LED instalados por doquier…
            Imposible entender cómo un grupo de insurgentes pueda administrar ingresos por más de dos millones de dólares diarios, derivados de distintos giros tales como: petróleo robado, tráfico de órganos, secuestro, extorsión y cobro de impuestos, sin contar con una estructura organizacional semejante a la de una nación, a la que en ocasiones le puede tomar siglos desarrollar.
            Si tan sólo tuvieran unos lindos arbolitos con iluminación artística de tecnología LED instalados por doquier…
            Me resulta también por demás sospechoso que algunos países europeos aliados a los Estados Unidos estén en estos momentos beneficiándose de los bajos precios del petróleo, además de estar comprando crudo robado al mencionado Estado Islámico. Habrá que voltear a ver quienes son las naciones beneficiadas de este río revuelto.
            Si tan sólo tuvieran unos lindos arbolitos con iluminación artística de tecnología LED instalados por doquier…
            Recuerdo también que el Estado Islámico es una derivación de Al-Qaeda, y que su reciente ruptura con este grupo terrorista no es más que una cortina de humo, pero sus objetivos son llevar a otro nivel a esa organización, que siempre estuvo al servicio de los sistemas de inteligencia ingleses, estadounidenses e israelíes.
            Si tan sólo tuvieran unos lindos arbolitos con iluminación artística de tecnología LED instalados por doquier…
            O, ¿será que lo único que quieren es fabricar un “nido del avispón” entre Irán e Israel para mantener protegido al Estado judío en caso de una próxima guerra de otras dimensiones?
            Si tan sólo tuvieran unos lindos arbolitos con iluminación artística de tecnología LED instalados por doquier… el mundo sería otro. (Véase http://proyecto3.mx/2014/12/alcalde-iluminati/)
            ¡Dios nos agarre confesados!... o al menos, cerquita de un arbolito LED.

Roberto Rojo Alvarez

Agregado Cultural de Culiacán en Los Cabos