Entonces, mexicanizarse
¿es bueno o malo? Analicemos varios puntos de vista.
Según la
Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas que acaba de premiar a nuestro
artista de moda Alejandro “el Negro” González Iñárritu, es muy bueno. Como
quizás a la mayoría de los mexicanos me alegró enormemente y me enorgulleció
que una vez más un Director de Cine mexicano haya sido reconocido
internacionalmente. Jamás he tenido dudas de la creatividad incomparable de
nuestro pueblo. Celebré también sobremanera que haya aprovechado esa tribuna
para pegarle una sacudidita a nuestro actual putrefacto sistema de gobierno y
también al de los Estados Unidos de América. Habrá quienes piensen que no fue
oportuno. Yo por el contrario pienso que mal haría en no aprovechar.
Según el gran
actor estadounidense Sean Penn también es bueno, pero gustó de hacer un pequeño
chascarrillo. A muchas personas les molestó la broma que hizo el actor a su
amigo el director. A mí me causó mucha gracia y me pareció fruto de una mente
inteligente hacer énfasis en la nacionalidad del galardonado antes de anunciar
su muy merecido premio. Pero nunca falta un recalcitrante acomplejado que se
siente ofendido y un cúmulo de borregos que le siguen la corriente, de esos que
por desgracia nuestro país produce a pasto.
Según Jorge
Mario Bergoglio y sus amigos obispos mexicanos, es el horror. A nadie le cayó
en gracia que el Papa Francisco haya usado ese adjetivo para hacer referencia a
la descomposición social de su natal Argentina, pero resulta que lo hizo en una
comunicación privada con un amigo personal. Por cosas de la actual tecnología
el asunto se hizo público, pero de ninguna manera ameritaba una nota
diplomática por parte de la cancillería mexicana. Nos duele por supuesto haber
opacado el término “colombianización”, pero es una realidad a la que no nos
podemos cegar.
México está
pasando por un momento en que su magia se ha visto totalmente opacada a causa
de su tremenda descomposición social y a los interminables abusos que nuestra
clase política comete un día sí y el otro también. Por esto celebro los lejanos
triunfos de nuestros compatriotas, así como la noticia de incursión de nueva
cuenta del gran Agustín Basave a la política, ya que es de las pocas piezas con
solvencia moral e intelectual con que cuenta nuestro país en jaque. Yo también
quisiera ser Diputado, pero como intentaría acabar con todos los subsidios,
legalizar todas las drogas, eliminar totalmente el presupuesto a los partidos
políticos, generalizar el IVA al 10% en la totalidad del consumo, eliminar
tanta carga fiscal a las empresas, cambiar la palabra Impuestos por un término
no impositivo, utilizar las ganancias de la exportación del petróleo en la
investigación y desarrollo de energías alternativas, convertir a plata toda
nuestra moneda y respaldar nuestro papel moneda en metales… Se me hace que
jamás me dejarían llegar. Por eso, todo mi apoyo a Don Agustín Basave, a pesar
del partido que lo cobija.
Entonces,
mexicanizarse ¿es bueno o malo?
Roberto
Rojo Alvarez
Agregado
Cultural de Culiacán en Los Cabos